Hablamos con alumnas del Colegio Mayor que Cifuentes dirigía: “Desapareció un traje de Chanel”
Un vídeo de Cristina Cifuentes retenida tras haber sustraído dos botes de crema anti-edad en un supermercado en 2011 ha hecho saltar por los aires su carrera política. Ha precipitado su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid y ha hecho que se abra la caja de Pandora. Han sido muchas las voces que han apuntado a que podría sufrir cleptomanía desde hace años y no han tardado en publicarse episodios de su vida que avalan esta tesis. Uno de ellos el ocurrido en 1999 en el colegio mayor Antonio Caro de la Universidad Complutense de Madrid. Ella era la directora y varias alumnas la señalaron cuando desaparecieron algunas de sus pertenencias. LOOK se ha puesto en contacto con algunas de las alumnas del centro que han aportado todos los detalles de lo vivido entonces.
Cristina Cifuentes durante su discurso de dimisión / Gtres
Una de nuestras fuentes recuerda que el colegio, en épocas de vacaciones como Navidad o Semana Santa, se cerraba y que muchas alumnas empezaron a quejarse a la vuelta de estos periodos de que les faltaban cosas de sus habitaciones. Siempre eran cosas con cierto valor: ropa de marca, perfumes, joyas o bolsos de firma. “Durante mucho tiempo no se habló de otra cosa. Este tema generó mucho revuelo”, recuerda la fuente que también concreta que “entre otras cosas se sustrajo un traje de Chanel y un bolso que a una alumna le habían regalado y que, por sus detalles, era especial”.
La dueña del último bolso citado no dudó en enfrentarse a la que entonces era su directora cuando la vio por los pasillos con uno igual colgado del hombro. Lo reconoció. Aseguraba que era el suyo. “Un par de meses después de echarlo en falta, hubo un enfrentamiento de tú a tú”, recuerda la que fue su compañera. A partir de entonces, las alumnas empezaron a atar cabos y “resultó evidente que la única persona que seguía en el edificio durante los periodos vacacionales era Cristina Cifuentes”. “Ella tenía la llave y hacía y deshacía a su antojo. Vivía allí”, explica.
Cristina Cifuentes, aficionada a los complementos personalizados / Gtres
Otra de las alumnas consultadas por este digital también relata el incidente del bolso. Cuenta que durante un tiempo no se hablaba de otra cosa y, según ella, era vox pópuli que Cifuentes se había convertido en la principal sospechosa de aquel misterioso hurto. “Lo cierto es que nunca hubo pruebas. Nunca se demostró. Al final, Cristina Cifuentes se marchó y nadie dio explicaciones ni sobre aquel robo ni tampoco sobre su marcha”, relata una de las alumnas que este miércoles seguía con estupor lo difundido en los medios de comunicación.
Desaparece el dinero
Otro detalle importante que recuerdan las mismas alumnas es que todos los estudiantes pagaban un dinero anual destinado a realizar diferentes actividades lúdicas o deportivas o a ampliar el material colectivo como los ordenadores o los libros de la biblioteca y que, misteriosamente, aquel año, ese dinero desapareció. Según ambos relatos, esa fue la gota que colmó el vaso y “al final hubo una asamblea con todo el colegio mayor y ella terminó llorando y diciendo que todo era un truco sucio para desacreditarla, dos días después ya no estaba”.
Cristina Cifuentes durante un congreso del Partido Popular / Gtres
Sin embargo, la historia no terminaría aquí. A partir de ese momento, comenzó a trascender otra irregularidad manifiesta: Cifuentes dirigía el centro sin ser profesora titulada, y serlo era un requisito indispensable para el puesto. Una de las exalumnas recuerda que la situación era insostenible y las quejas de los alumnos eran cada vez más numerosas y frecuentes. Hasta que ese mismo año, en 1999, Cristina Cifuentes desapareció, como hemos contado en las lineas anteriores, de su puesto de trabajo. No se dieron más explicaciones. “Se le puso una sustituta temporal hasta que se designó a una permanente”, rememora la fuente, y se cerró para ella aquella etapa que coincidió con su despegar político.